De esta forma, los basurdes, que lograron además su octavo bonus ofensivo en nueve partidos jugados, se consolidan al frente de la clasificación liguera, con trece puntos más que los queseros (41 puntos por 28), que pese a primera derrota seguirán siendo segundos. Eso sí, la diferencia es sólo virtual, ya que los vascos han disputado dos partidos más, los correspondientes a la novena y décima jornada, por sus compromisos internacionales.
En el otro partido de la séptima jornada adelantado al sábado y que enfrentaba a dos de los ascendidos esta temporada a la máxima categoría de nuestro rugby, el Atlético de Madrid no pudo tener mejor estreno de su nueva equipación rojiblanca y se impuso por un apretado 30-24 al Hernani logrando así su tercer triunfo liguero, cuatro jornadas después de último. Eso sí, los vascos siguen por delante en la clasificación (sextos con 15 puntos, por los 14 de los madrileños) gracias al bonus defensivo logrado en un partido en el que los últimos minutos se jugaron en la zona de 22 madrileña ante el empuje de la delantera tricolor.
Una victoria con doble valor
En Urbieta y con un gran ambiente de rugby, el Bizkaia Gernika dio un golpe de autoridad tras superar por 37-18 en una gran segunda parte al vigente campeón y único equipo que estaba imbatido después de las seis primeros jornadas. Fue un duelo muy físico que acabó con varios tocados en las filas de ambos conjuntos y en el que los de la Villa Foral supieron sufrir y aprovechar sus opciones para alzarse finalmente con la victoria.
El duelo entre basurdes y queseros no defraudó a los asistentes ni a los que pudieron seguir el encuentro a través de emisionesdeportivas.com. Los dos quinces pugnaron duramente por tratar de controlar el oval y desarrollar su juego. La parcela central del campo acaparó el protagonismo, con mucha acumulación de jugadores y por donde resultaba prácticamente imposible encontrar huecos para atacar. Excepto para el escurridizo ala Iñigo Olaeta quien, una vez más, pegadito a la línea lateral, logró penetrar a los 9 minutos hasta posar el oval y firmar el primero de los cinco ensayos que logró el conjunto vasco. Trató de responder el equipo azulón, pero entre la gran defensa local y algunos errores en los últimos metros sus ataques se vieron frenados y sólo pudo recortar distancias con un golpe pasado por Arbizu al filo del cuarto de hora.
El samoano Winston Wilson, antes de resentirse de su tobillo y tener que abandonar el terreno de juego, hizo exhibición de su poderío y logró abrirse hueco tras una buena combinación de varios jugadores locales para convertir la segunda marca verdinegra. Pero con su juego largo y rápido a la mano, el VRAC logró hacer daño en múltiples ocasiones a los de Jorge Giménez, como cuando el primera Blanco logró eludir varios placajes antes de ensayar, acción que transformó Muller para igualar el marcador a 10. Cusack y Muller pasaron sendos castigos antes del descanso, al que se llegó con un emocionante empate a 13.
En la reanudación, el Quesos Entrepinares salió mejor y en la primera jugada logró ensayar por mediación de Santiago Ovejero, otra vez tras una jugada en la que los azulones movieron el balón con mucha velocidad de un costado a otro. Los murmullos en la grada de Urbieta que provocó el 13-18 se disiparon poco después cuando Afa Amosa protagonizó una de sus ya típicas galopadas, plenas de potencia, que acaban con el samoano ensayando de forma espectacular. La transformación de Cusack devolvía la ventaja a los basurdes (20-18) y ya no la soltaron.
Bizkaia Gernika estaba lanzado. Quería la victoria y quería el bonus. Y lo logró meritoriamente. El punto extra lo aseguró el nuevo internacional Jon Magunazelaia tras una acción de empuje basurde. Y el triunfo lo certificó Torres Suar tras una buena carrera. Cusack no falló esta vez las transformaciones y los gernikarras estiraron su diferencia ventaja hasta el 34-18. En los minutos finales, con un jugador menos por la amarilla a Torres Suar, el equipo vasco supo frenar las acometidas pucelanas, pero los visitantes ya no anotaron ningún unto más. De hecho, el partido lo finiquitó el apertura irlandés de los basurdes con un lanzamiento a palos faltando escasos segundos para cumplirse el tiempo reglamentario.
El Valle de las Cañas, matinal de estreno
El Rugby Atlético de Madrid volvió a la senda de las victorias este sábado en el Valle de las Cañas con un trabajado y valioso triunfo ante un sólido Hernani CRE (30-24). Una vez más, la reacción rojiblanca -nunca mejor dicho tras el estreno de la nueva equipación- tras el descanso sirvió para que los de Puerta se recuperaran tras una discreta primera mitad en la que el conjunto vasco llevó las riendas del juego. Por parte de los locales destacó el debutante Jacobo Martín, que debutó firmando dos ensayos. No era el único debut en los madrileños, ya que también se estrenaron los argentinos Mateo Romanelli y Martín Gonzalo, aunque éste ya había jugado unos minutos ante Santboi.
Precisamente la presencia de Romanelli y Gonzalo causó cierta descoordinación defensiva de inicio en la zaga rojiblanca, creando desajustes y huecos exteriores que el rival supo rentabilizar, llegando al filo del descanso con una victoria parcial sobre los rojiblancos de 16 puntos, aunque finalmente al descanso se llegó con el 13-24 tras la segunda marca de Jacobo Martín, que precisamente había abierto el marcador del partido con su primer ensayo, mientras que Nacho Heredia pasó un golpe entre palos mediado este primer tiempo.
Pero los hernaniarras cimentaron su ventaja en el gran potencial de su delantera, que con su principal arma, el 'maul', había fraguado dos de los tres ensayos. Los mismos llevaron la firma de David Pelaz, Jon Apaolaza e Iñaki Otxotorena, convertidos los tres por Igor Genua, que además pasó un golpe de castigo.
Sin embargo y como sucediera en anteriores jornadas, de vuelta al partido el equipo madrileño salía al campo mostrando mucha más explosividad en ataque, una reacción que se traduciría en dos rápidos ensayos de Brasca y Romanelli, con sus respectivas transformaciones convertidas por Heredia, adelantando a los rojiblancos (27-24) al filo de la hora de partido. Finalmente, en el minuto 70 un golpe de castigo transformado por Heredia subía el 30-24 definitivo al marcador y la buena defensa de los madrileños hizo el resto ante el empuje de la delantera vasca, imperial en las 'touches' y en las melés abiertas.
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